jueves, 25 de noviembre de 2010

Lanzamiento Libro en Tomé




 Concurrida reunión en el Club de Leones de Tomé para el lanzamiento de Cuentos contra la Amnesia 
Presentación de Erto Pantoja al libro
“Creo que uno siempre espera llamadas, signos, claves, augurios. Uno, vive leyendo a través del cotidiano ajetreo, las rutinas, lo acostumbrado.
Una de esas llamadas o grito, fue de este artista tomecino, escritor, que realizó para pedirme que lo prsentara con su nueva obra, en la última versión de la Feria Internacional del Libro de Santiago en la Estación Mapocho. Este es el texto con el cual fue lanzado el libro “Cuentos contra la amnesia” en aquella Feria.

Estoy aquí para presentar a Darwin Rodríguez, mi coterraneo tomecino.
¿Cómo presentarlo sin hablar de Tomé? El sitio de donde provenimos. E incluso uno podría sostener la teoría que es el lugar de donde todos provenimos: pues si la madre y el padrede éste sujeto decidieron nominarlo así debe haber sido por algún signo ignato, inextricable y de desvaría lúcido-intuitivo de Charles (su tío, debido a una pasada en la entonces caleta, cuando iba de paso luego del cabo de Hornos, y sus marineros ya no daban más, pues se les había acabado la pedra lumbre)
Pues bien, uno podría sostener que el tío Charles perdió un eslabón en este lugar y que su sobrino- mediante examen de ADN, sería el aro de la cadena que falta para entender nuestro nexo con ciertos monos: no con todos- Pero, en fin. Estamos aquí convocados por la realidad de la literatura y no para ficticias conjeturas de la ciencia.

Parafraseando a Guillermo Tellier, diría que Darwin- aquel Rodríguez- es un escritor lárico. Lárico de lar, de hogar, de cuna. El jamás se ha despostado de nuestro Tomé para escribir, para amar, para vivir.
Tomé es un pueblo que cobijó al escritor Alfonso Alcalde, al pintor Rafael Ampuero, al escultor Vicente Gajardo,a Santiago Espinoza y Cecilia, mi tía, iconoclasta artista de la nueva ola, y muchos otros artistas mas.
Fue el lugar destinado a ser puerto para enviar a California, EEUU los trigos embarcados en sus muelles-cosechados en el interior (Rafael, San Carlitops, California). Y que por un azar dekl destino comienza a construir uno de sus primeros mitos: ¿Cómo una ciudad-muelle-puerto de granos se convierte en una ciudada industrial?
Los gringos californianos en uno de sus viajes se equivocan y en vez de enviar en el gran barco, por el trabajoso y tempestuoso Estrecho de magallanes de Joseph Conrad, máquina agrícola, envían maquinaria textil. Cuando desarman las cajas se encuentran con esta sorpresa y sopesan: ¿lo  devolvemos o rematamos aquí el condoro? Se remata, se adquiere y se descubre que existen perfectas condiciones de humedad para teñir y elaborar telas. Y así, se funda en 1865 a pocos años de la revolución industrial, la Fábrica de Paños Bellavista Tomé., luego vendrían Oveja y Fiap. Con este azaroso acontecimento este pequeño muelle que era Tomé, se convierte en ciudad.
La condición pionera industrial que adquiere provee de incipientes y tempestuosos movimientos políticos y literarios que se mantienen hasta hoy día. Tomé tienen hoy un alto índice de cesantía por el cierre de sus fábrica, y a eso se le agregó el reciente cataclismo que fuertemente la azotó, principalmente en Dichato y Coliumo. Pero hay algo extraño en esta gente: poseeen una incrible tenacidad y capacidad de reintempretar los hechos. Hay algo en el ADN de ellos que los hace palpitar con otros ritmos.
Un especial ejemplar de esos tomecinoses nuestro Darwin. En sus años de vida ha sido un permanente y vital actor cultural de Tomé; la ciudada no sería la misma si no hubiera tenido su intensa habitabilidad. (Uno puede habitar y recorrer distintos espacios en el transcurso de una vida, pero vivirlos en la pletoreidad de Drawin, éste, es profundamente distinto.)
Su audsencia, dicen, se notó por su exilio en Canadá; aunque yo creo que nunca se fue y éste sólo es uno mas de sus cuentos.
A su aarivo revolucionó nuevamente este sitio-de sitiado- y convocó a numerosos encuentros y movimientos a la par que ejercía permanente y persistentemente su labor de escritor.
Hoy, consolidado como gestor de la revolucionaria y original editorial AL AIRE LIBRO- un valioso aporte a la literatura tomecina y de la región- nos presenta su última y decantadaobra: “Cuentos contra la Amnesia”. En ella narra acontecimientos del aciago período del golpe militar de 1973. Son distíntos ángulos de un doloroso acontecimiento, pero lo importante es el punto tán especial desde donde se sitúa. Darwin lo realiza desde la literatura total: es como si cuando estuvo viviendo las metralas, su encarcelaciçón en la isla Quiriquina y otros sucesos, hubiera pensado que todo era sólo un cuento y así lo transmite. Lo horrendo de las situaciones lo deja para los horrorosos. El destaca lo bello, lo lúdico y estúpido y contradictorio de la condición humana, y lo hace con maestría, con notable capacidada de observación e interpretación.
Tener el privilegio de acceder a estos “Cuentos contra la amnesia” noas permite no solamente revisar ese período que intenta hacernos olvidar relegándolo al vecino pasado siglo, como si parte de nuestras vidas no hubiesen estado ahí; sino que al leerlo nos lleva de la mano de una experta y coloquial pluma, a tener una esperanza en la especie humana que es, creo, una de las primig´çenias labores del artista: perpetuar la vida. Aquí en un  poético esfuerzo, plenamente logrado.
Bienvenido amigo Darwin, con tu bello regalo. Quien lo lea, será una mejor persona después.

Erto Pantoja
Tomé, noviembre de 2010.