Creo en el amor y la amistad a primera vista. En el caso con Javier Campos - poeta chileno - fue así. Es un aristócrata de espíritu y sus manos son grandes. Le encanta la comida sencilla, campesina, y se viste con gusto, pero no de modo deslumbrante. Como muchos chilenos él tuvo que abandonar su tierra natal. Pero él tuvo suerte: se hizo el profesor y escribe poesía, sin la cual no imagina su vida. Según código oficial no se parece al poeta. Tímido, pero con una dignidad interna. Le caracteriza una ausencia completa de envidia y una capacidad de admirar a otros poetas, lo que es un rasgo muy raro en el mundo literario. Yo lo considero un gran poeta del amor y con una preocupación amorosa por la vida.
Yevgeny Yevtushenko
Peredelkino, Rusia
Junio 2015
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Los mala leche p´al yougurt