Ignoro las
razones que motivaron al distinguido Médico Cirujano Alfredo Hoffmann Schlack, a
solicitarme presentara esta muy interesante obra relativa al origen de la Logia
Masónica Moderna. Siendo un profano en el tema, me sentí igualmente honrado por
la confianza de este facultativo que se ha destacado en su carrera profesional
obteniendo numerosas distinciones. Sus estudios en la Universidad de Concepción
los perfeccionó en Alemania, Inglaterra y Suecia y junto a su participación en
sociedades científicas, dictación de cursos a médicos y variadas conferencias,
ha publicado numerosos trabajos y un exitoso libro de su especialidad referida a la patología
quirúrgica de cabeza y cuello.
Su vida tanto
estudiantil, premio al mejor alumno en ramos clínicos, como sus trabajos
científicos, a la par de su mente inquieta y proclive a la investigación, lo
derivaron al estudio de los orígenes de las Logias, pertenece a la del Rito de
Schroeder y ha integrado la del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado alcanzando en ella el más alto grado (33).
Quizás mi
condición de periodista por medio siglo en Concepción o el cargo de Presidente
de esta Orden profesional en la región pudieren haber inclinado a Alfredo
Hoffmann a invitarme a esta tarea que, reitero, he recibido con especial agrado e
interés.
Siendo
igualmente inquieto, lleno de curiosidad y búsqueda del mayor conocimiento
posible del mundo que nos ha tocado vivir, condición indispensable para el
adecuado desempeño de mi profesión, y amante de la historia, no había
incursionado en el particular y rico filón histórico de la Masonería siendo,
este trabajo, producto ciertamente de una acabada investigación, la forma en
que he podido adentrarme en sus remotos orígenes sin perjuicio de que la mayor
parte de su historiografía data principalmente del siglo XIX y, gran parte, de la
segunda mitad del siglo XX.
La obra reconoce
la existencia de grupos de constructores en la antigüedad, pero se hace difícil
seguir su proyección a la edad media y a nuestros tiempos. Es interesante
destacar la mención a la Constitución de Anderson en 1723 que rige el
comportamiento de las logias y sus miembros, que indica, en cuanto al tema
religioso, que debe existir en su seno la más plena libertad de conciencia sin
perjuicio de que todo miembro debe adherir a la religión en la que todos están
de acuerdo: La existencia de un Ser Supremo o Dios. La fraternidad es tolerante
de todas las religiones admitiendo
la participación de personas de todos los credos, precisando que no está
permitido, en su seno, el proselitismo religioso o político, dejándolas en
libertad de elegir y practicar las convicciones que estimen.
El autor detalla
la evolución de los orígenes analizando en detalle la arquitectura románica,
bizantina, los gremios y corporaciones de constructores en sus diversas épocas,
particularmente los que participaron en la construcción de catedrales y el
estilo gótico.
Una conclusión
importante es la que indica
que la francmasonería actual es la evolución de las logias de constructores
medievales, constatando que no hay diferencias significativas en la
organización de aquellas de los llamados operativos del medievo y la masonería
especulativa actual. Las ordenanzas y costumbres son iguales con algunas
adaptaciones contemporáneas.
Una minuciosa
digresión, relativa al
supuesto origen, a partir de la Orden Religiosa Militar de Los Templarios,
contribuye a matizar el tema otorgándole particular actualidad habida
consideración a documentos, recién desclasificados por el Vaticano, que
contienen los procesos seguidos a sus miembros.
La creación de
logias, los ritos que van apareciendo en su seno, sus características, van
surgiendo en esta narración con profusión de citas y nombres de relevantes
miembros y, sobre todo, la descripción de aspectos de ellas, destacando la del
Rito de Schroeder, al que pertenece el autor.
El trabajo de
investigación de Alfredo Hoffmann parece inagotable. Abarca un ámbito geográfico
que va de Europa a América y Chile, e incluye aspectos de la historia de la
institución en la ciudad de Concepción, incluyendo parte de Actas de sus
reuniones y señalando las instituciones que la masonería ha impulsado en
nuestro país.
La obra, cuyo
contenido esbozamos, es ciertamente un aporte al conocimiento de la institución
que trata, procura establecer su vínculo con el desenvolvimiento de las
sociedades y pensamiento filosófico, desde la época romana y relaciona el
espíritu constructivo y la organización de quienes laboran en la creación
de estructuras urbanas, particularmente religiosas, con la obra de quien ha dado forma a todas
las cosas.
Christian
Paulsen Espejo – Pando
Periodista
Presidente
Regional del Bío Bío del Colegio de Periodistas
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Los mala leche p´al yougurt